jueves, 14 de febrero de 2008

Trick Or Treat

Arte poética I

Bradbury tenía razón:
el mejor libro es el que arde.

Quizá no

El punto más bajo de la marea: el
lugar donde sumergimos nuestros pies
mientras estallaba la guerra en un país foráneo, tan extranjero
como nosotros mismos.

Este no es un poema político, y sin embargo
lo es. Tampoco es un poema de amor, pero
podría serlo: como quien cambia el nombre de las cosas
para luego olvidar el original.

Pero bien, es mentira. Nunca fuimos a la playa y
jamás sumergimos nuestros pies en la arena.
La guerra sí estaba, a lo lejos, como hoy la muerte,
o como quien espera tras la puerta sin tocar.

Knock knock. Adelante.

Es tu canción favorita
envuelta en el recuerdo de un verano inexistente:
nuestros pies se tocaban bajo el agua y la guerra
nos parecía un asunto demasiado lejano.

Qué pensarán los vecinos

Por aquí no nos bañamos en
el mismo río siquiera una vez
y la palabra libertad sigue siendo tan buena
como genocidio.

Conocemos tan poco de esto
como de nosotros mismos. Y así se extinguen
las horas, un poco más concretas que los minutos. Después
los días, los meses, los años, pero no hay tiempo. Temas como
el bienestar o el eurocentrismo no existen.
La figura que ahora aparece en el espejo
y ahora no
tampoco.

Se sabe del hombre que es
tan grande como aquello contra lo que batalló,
pero nada del hombre que lucha contra sí mismo
y pierde

Arte poética II

Has hecho un largo camino hacia ningún lugar
en absoluto. Pero así trabajan las cosas en el hemisferio
occidental: dedicar un poema es tan malo
como tatuarse el nombre de tu novia.

Las palabras no son nunca lo que quieres.
No nos hicieron para durar mucho –pensás-,
sino para durar, como los globos en los parques.

Luego es enunciar mentiras y jugar
a las metáforas, quizá tan sólo para
sentirte un poco más intelectual.

viernes, 8 de febrero de 2008

Easy Cleaning

Otra vez con el acento sobre la mancha en la pared. La mancha sin procedencia que sostiene todas las madrugadas frente a la computadora. Yo le atribuyo importancia al describirla. Como por ser viernes todos los problemas se acumularan en una mancha en el hormigón maquillado de verde. Y con palabras, pudiera desaparecer la presencia de tantos gritos, tantos días de insomnio, tanto papeleo inservible conmigo mismo.

lunes, 4 de junio de 2007

Caracteres sin espacios.

Yo tipeo. Palabra rara aun más cuando me siento un mentiroso al decirla. Escribo de dígitos sobre un teclado con las manchas del café de la mañana y el sudor de mis manos que nunca se han cerrado para golpear a alguien. Sin ser esto un gesto de sensibilidad. Tanto lo de no haber herido a nadie como intentar pasar de un párrafo frente al programa de texto. Se va a inventar un verbo para demostrar la acción de estos dedos sobre las letras y después de ese tiempo, seguirá siendo esto un párrafo. Nada más que cuatrocientas setenta y nueve impresiones medidas
por un ordenador.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Acuerdo

Sin lugar a dudas, parecer que uno escribe es una cosa mounstruosa.
Que te pregunten: ¿que es lo que ves? y vos respondas: Lo mismo
solo que lo apunto en un papel.
En mi caso, he andado media vida tachando
lo que otros han rayado; una de las paredes de la casa da a la acera.
Por eso salgo de la ironia y regreso a una hoja sonriendo.
Unico modo de vencerme a mi mismo cuando me hago el serio.
Escribir es la forma que le encontre a la vida
para acercarme mas a la muerte.

lunes, 14 de mayo de 2007

Los neotrascendentalistas

Somos los neotrascendentalistas.
Tenemos afiliados en todo el mundo:
desde el Ku Klux Klan
hasta la Asociación de Críticos Nacionales.

Si nos cosen la boca nuestra voz será la violencia.
Por que la violencia es como la poesía: no se corrige.
Por que la poesía es como la violencia: un arte.

Somos los neotrascendentalistas.
Como decir una película de terror.

lunes, 16 de abril de 2007

Naturalismo

El tipo que espera el bus enciende un cigarro.
Cierra una puerta.
Sólo que ahí no debería haber una puerta
y yo tendría que saberlo.
Pero la hay.
Hace crick
y se cierra.
El tipo se sobrecoge.
Se levanta el cuello de la chaqueta y ve para ambos lados.

La ventana por donde lo observo está empolvada.
Limpio la ventana con una manga de mi camisa.
El autobús se detiene.
El tipo apaga su cigarrillo.
Tira la colilla a la acera.
El cigarro no iba ni por la mitad.
El tipo se sube.

sábado, 14 de abril de 2007

Faros sobre la carretera oscura

Alejandra es una tipa buena onda.
Va a mis cursos y tiene novio.
La vez pasada, en mi casa,
luego de ver una película,
estuvimos cerca de pegarnos los besos.
No, mejor no –dijo-
por si los daños a terceros.
Asentí a medias.
La verdad es que su novio me importa poco.
De hecho nada.
Pero estuve de acuerdo por ella.

Aún somos buenos amigos.
Hablamos casi tres veces por semana.
De vez en cuando me cuenta de las veces
que ha cogido con su chico.
Creo que se llevan bien.
Llevan dos años juntos.
Hoy se han ido a la playa por unos días.